EL CLIMA LANZA UN ULTIMÁTUM

El clima lanza un ultimátum

Bonn acoge la nueva cumbre sobre cambio climático con la evidencia de que el tiempo de actuar se acaba


Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases responsables del actual cambio climático parecen haber tocado techo y desde hace tres años se mantienen relativamente estables, en buena parte por la contención del crecimiento en China y otros países emergentes, por el abandono gradual del carbón y también por los progresos en energías renovables y eficiencia. Sin embargo, como advierte la última evaluación del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), eso significa que la atmósfera aún recibe anualmente un aporte suplementario de 50 gigatoneladas, 50.000 millones de toneladas. Demasiadas para ser absorbidas sin que ello afecte al clima. 

La Convención de la ONU sobre Cambio Climático (UNFCCC) inaugura este lunes en Bonn su nueva cumbre del clima, que ya es la número 23 de este interminable proceso, con el objetivo nuevamente de avanzar un poco más en la reducción de emisiones.

Punto de partida

Si se quiere que las temperaturas terrestres no aumenten más de dos grados con respecto a los valores preindustriales, el umbral que separa una situación asumible de una crisis de consecuencias imprevisibles, es necesario que las emisiones en el 2050 se hayan reducido al menos un 80% y que en las décadas inmediatamente posteriores se alcance un balance negativo. Es decir, falta mucha voluntad y mucho esfuerzo. El acuerdo suscrito en París en el 2015 fue un punto de partida, pero es a todas luces insuficiente.
 En Bonn se tratará fundamentalmente de decidir cómo se llevan a la práctica los compromisos anunciados en París.

Sin la asistencia de Donald Trump

Esta será la primera COP sin Estados Unidos, después de que su presidente Donald Trump anunciase su decisión unilateral de salir este acuerdo global, que han firmado más de 190 países. Sin embargo, también se recibirá a Nicaragua, que recientemente ha firmado el citado acuerdo. Por tanto, solo Siria y Estados Unidos permanecen al margen de la lucha contra el cambio climático, por razones muy diferentes. La primera por la pertinaz guerra y la segunda, por la voluntad política de su presidente.
Una vez el presidente anunció su voluntad de abandonar el Acuerdo de París, surgieronvoces discrepantes dentro de Estados Unidos, que anunciaron que voluntariamente seguirían con los planes de luchar contra el cambio climático, y también críticas del resto de la comunidad internacional. Lejos de desencadenar una reacción en cadena para apearse del acuerdo, la mayoría de países señalaron su voluntad de incrementar esfuerzos para compensar así la falta de acción del país norteamericano.
Ese fue el caso de China, la UE o de la propia Convención Marco de la ONU y también, por ejemplo, de la directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, quien considera que la decisión de Trump de retirarse de París "fracasó espectacularmente" y provocó una "oleada de apoyos" para la acción climática global.

Un tercio del esfuerzo necesario

Si se cumplieran los compromisos voluntarios para reducir emisiones que más de 180 países anunciaron en la capital francesa, solo se lograría un tercio de los recortes necesarios para estabilizar el clima, subraya el PNUMA. "La comunidad científica nos reitera que eso significaría que las temperaturas aumentarían entre 3 y 4 grados", advierte Nuño. "Todo el mundo sabe que es necesario avanzar más -prosigue Samitier-, pero nadie dará el paso formal hasta que haya un documento que lo pida de forma explícita". Y eso no llegará hasta el 2020. Será entonces cuando los países ofrezcan una revisión al alza de los compromisos voluntarios presentados en París.
Para el año 2030, el informe del PNUMA recuerda que las emisiones anuales deberían situarse como máximo en 42 gigatoneladas para seguir en la senda de los dos grados, frente a las 50 gigatoneladas de la actualidad. Si no se logra el objetivo, añade, cada vez será más difícil lograr el objetivo porque los esfuerzos posteriores serán mucho más duros. 
"El acuerdo de París impulsó la acción climática, pero esa dinámica se está debilitando", afirma en un comunicado el ministro costarricense Edgar Gutiérrez Espeleta, presidente para 2017 de la Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. "Nos enfrentamos a una dura elección: nuestra ambición o sufrir las consecuencias", añade.


REFLEXIÓN PERSONAL: 

El cambio climático está aumentando exponencialmente cada año, no solo afecta a las ciudades más pobladas y que más contaminación causan si no que, es un problema mundial. Cada cierto tiempo se realizan Convenciones de la ONU sobre el Medio Ambiente como la de este año en Bonn(Alemania) donde toman medidas preventivas y predictivas para intentar disminuir el impacto de este. Los seres humanos producimos millones de toneladas de contaminación que no pueden ser absorbidas por nuestra atmósfera. Es disparatado mirar hacia otro lado, ignorando este grave problema como lo ha hecho Donald Trump, cuyo país tiene una producción industrial muy elevada y es causante de parte del cambio climático. Esto ha llevado a que los demás países tengan que hacer un esfuerzo mayor y les lleven a tomar medidas sobre todos los ciudadanos,restrinjiendo nuestros deseos y riquezas, que producen más contaminación de la que creemos.

FUENTES:

http://www.elperiodico.com/es/medio-ambiente/20171105/cumbre-de-clima-bonn-objetivos-6399559

http://www.ecoavant.com/es/notices/2017/11/comienza-la-23-cumbre-del-clima-de-bonn-en-alemania-3502.php



MARINA FORNALS SALOM

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