Las emisiones de CO2 ya están frenando el crecimiento de los corales


Las emisiones de CO2 ya están frenando el crecimiento de los corales

24/02/2016 19:19

 

Los oceanógrafos llevan más de una década hablando de la acidificación de los océanos causada por las emisiones de CO2 producidas por la actividad humana. Pero la amenaza que supone este problema tangencial al cambio climático para algunos ecosistemas marinos ha empezado a reconocerse en los últimos años. En los últimos 200 años, los océanos han absorbido aproximadamente la mitad del CO2 generado al quemar combustibles fósiles. Y hoy en día, absorben el 25% de las emisiones cada año, lo que ha producido una acidificación de los océanos que afecta de forma negativa a muchas especies.
Varios trabajos científicos han documentado en ese tiempo el gran retroceso que han sufrido los arrecifes de coral a consecuencia de la absorción de este exceso de dióxido de carbono por parte de los océanos de todo el mundo. Los corales son organismos especialmente vulnerables a la acidificación porque su crecimiento está basado en la incorporación de carbonato cálcico, algo que la corrosión producida por las aguas más ácidas dificulta. Las predicciones de oceanógrafos y expertos en cambio climático apuntan hacia un escenario en el que esta calcificación de los corales se podría transformar en disolución de sus esqueletos carbonáceos antes de final de siglo. El prestigioso investigador de la Carnegie Institution de Ciencias de la Universidad de Stanford en EEUU Ken Caldeira pudo incluso poner cifras al descenso de la calcificación de los corales: en la temporada 2008-2009 la formación de estos esqueletos de carbonato fue un 40% menor que en el mismo periodo de 1975-1976.
Pero nadie había visto en la naturaleza y en tiempo real qué parte de ese descenso se debe a la acidificación y cuál a otros procesos como la contaminación o el calentamiento de las aguas. Ahora, una investigación publicada en la revista 'Nature' y liderada por el propio Caldeira ha manipulado el pH del agua en un arrecife de coral australiano en One Tree Island, en la parte sur de la Gran Barrera de Coral, para demostrar que la tasa de calcificación en la era pre industrial era mucho mayor que la actual.
"Este trabajo aporta la primera prueba sólida obtenida en un experimento en un ecosistema natural de que la acidificación de los océanos está ya frenando el crecimiento de los arrecifes de coral", explica Rebecca Albright, investigadora de la Carnegie Institution de Ciencias y primera firmante del trabajo. "La acidificación está causando estragos en las comunidades de coral hoy en día. Ya no es una amenaza futura, es una realidad hoy".
Los expertos aseguran que la única forma de atajar el problema es reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero de forma rápida y contundente. "La única forma real y efectiva que nos queda para proteger los arrecifes de coral es mediante reducciones drásticas de nuestras emisiones de dióxido de carbono. Si no actuamos en este tema de forma muy rápida, los corales y todos los organismos que dependen de él -fauna y poblaciones locales- no sobrevivirá al próximo siglo", asegura Ken Caldeira.

Un tratamiento de fertilidad para salvar la Gran Barrera de Coral australiana

1 DIC. 2017

 

Buenas noticias para la maltrecha Gran Barrera de Coral de Australia, la estructura viva más grande del planeta. Allí, un equipo de científicos del país ha logrado criar artificialmente pequeños corales a partir de larvas y transplantarlos con éxito a otras áreas de la zona, un gran avance con el que esperan restaurar éste y otros ecosistemas dañados de todo el mundo.
El ensayo tuvo lugar en la isla de Heron, frente a la costa este de Australia, donde los investigadores de la Universidad Southern Cross recolectaron a finales del año pasado grandes cantidades de huevas de coral a partir de las cuales criaron hasta un millón de larvas en un entorno controlado del islote. Posteriormente, las transplantaron a otras zonas dañadas del arrecife donde la regeneración natural es muy complicada, tanto por la falta de ejemplares como por la influencia de fenómenos naturales como las corrientes marinas o los vientos. Al regresar allí ocho meses más tarde, pudieron comprobar que los nuevos corales crecen sanos en su nuevo hogar.
"Este es el primer proyecto en la Gran Barrera de Coral en restablecer con éxito una población de corales jóvenes a partir de larvas que se establecen directamente en el arrecife", aseguró el líder de la investigación, Peter Harrison, en un comunicado publicado en la web del centro universitario. "El estudio piloto muestra que las nuevas técnicas para ayudar a los corales a concebir y luego establecerse, desarrollarse y crecer en su entorno natural pueden funcionar", añadió. "Es una nueva forma de ver el problema y, probablemente, sea la única esperanza para el futuro en términos de restauración a gran escala utilizando cientos de millones de larvas", apuntó.
Este famoso arrecife, de 2.300 kilómetros de longitud y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981, ha sufrido extensos y graves daños en los últimos años por el proceso conocido como blanqueamiento, en el que el aumento de la temperatura del agua -consecuencia del cambio climático- estresa al organismo y lo hace morir.
El responsable científico de la Autoridad del Parque Marino de la Gran Barrera de Coral, la agencia gubernamental australiana que gestiona la zona, aseguró que se necesitan esfuerzos de este tipo para contrarrestar el impacto negativo del calentamiento global. "El éxito de estos ensayos es alentador. El próximo reto es transformar esto en una tecnología a mayor escala que marque la diferencia en el arrecife en su conjunto", aseguró David Wachenfeld.




Aun así, este responsable señaló la importancia de seguir trabajando en otras acciones que sirvan para reducir los principales causantes del declive de los arrecifes, como son el cambio climático, la calidad de las aguas o el manejo de las plagas.
Los resultados de ahora repiten en éxito que se logró anteriormente en Filipinas, donde se empleó una técnica similiar en áreas de arrecifes altamente degradadas a causa de la pesca con dinamita, por lo que se espera que sirva para ayudar a la recuperación de otros lugares dañados en diferentes partes del mundo. "El éxito de la investigación tiene una importancia global potencial", afirmó al respecto Harrison. "(Los resultados) muestran que podemos empezar a restaurar y reparar poblaciones de coral dañadas en zonas donde la producción natural de larvas está en peligro", agregó.
El enfoque adoptado por el equipo de Harrison contrasta con otros métodos de restauración de arrecifes empleados hasta la fecha, como la llamada jardinería coral -que consiste en separar los ejemplares sanos y plantar sus ramas en los arrecifes con la esperanza de que vuelvan a crecer- o el cultivo de corales en viveros antes de ser trasplantados...
Mientras tanto, su procedimiento ha vuelto a ser empleado este mismo mes por su equipo, y Harrison asegura que ya han observado el asentamiento exitoso de las nuevas larvas de coral. "Monitorizaremos el crecimiento de ambas colonias y trabajaremos para perfeccionar aún más la técnica para una ampliación potencial de su uso en el futuro", afirmó. Por ahora, ya cuenta para ello con el respaldo de las autoridades, que se han comprometido a invertir en su proyecto, aunque las cifras ofrecidas quedan lejos de los de uno a dos millones de dólares anuales que Harrison cree que son necesarios durante los próximos 5-10 años para expandir su trabajo "a una escala significativa".

Reflexión personal:
 Este tema me parece muy interesante y actual, porque afecta no solamente un lugar sino todo el ecosistema marino. Si se habla del CO2, nunca se menciona su efecto en los corales, pero como demuestra la noticia los afecta más que pensamos. La contaminación producida por los humanos alcanza unos niveles altísimos y si no paramos ahora, llegaremos a un punto donde no habrá vuelta atrás. Aún hay oportunidad para salvar el ecosistema marino dañado,  pero para esto necesitamos mucha voluntad y conocimientos. Espero que nuestra generación haga alguna diferencia y el ecosistema marino no esté tan afectado por acciones humanas, directas e indirectas.



Fuentes: http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2017/12/01/5a1efb5b22601db7078b46a7.html
http://www.elmundo.es/ciencia/2016/02/24/56cdf2a346163f3e7f8b459b.html


Nina Dudíková


Comentaris

  1. Me parece un tema muy interesante, ya que nunca había pensado el efecto que tiene el aumento de CO2 más allá del calentamientos de los mares y océanos y el deshielo de los polos. Con la disminución de la Gran Barrera de Coral no solo estamos destruyendo el Patrimonio de la Humanidad, sino que destruimos un ecosistema marino enorme y provocando así una reducción en la economía pesquera de la zona. Como bien dijo mi compañera en clase, poder cultivar los corales de manera artificial para luego transplantarlos es un gran avance pero si no reducimos el nivel de CO2, y la acidez del agua marina, todos esos esfuerzos serán en vano. Hay que concienciar a las personas desde jóvenes para que estas situaciones no se repitan y se rectifiquen; además de concienciar a las generaciones más mayores que no ven el cambio climático como un problema ya que ellos no vivirán en esa época.

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  2. Se habla mucho del agujero de la capa de ozono pero poco de la acidificación de los océanos, que como no nos afecta directamente la solemos ignorar. Pero, ¿a qué a muchos de nosotros nos parecen muy bonitos los arrecifes de corales? Pues estos organismos son de los que mas sufren por esto. Y sobre el experimento que se está realizando para prolongar la supervivencia de los corales, me parece muy interesante, pero mientras sigan muriendo por la acidez de sus hábitats, me parece que los esfuerzos que se están realizando son fútiles.

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