Volcán Etna

Volcán Etna
Localización
El monte Etna es un volcán activo situado en la costa este de Sicilia, Italia, entre las provincias de Mesina y Catania y es el más alto de todo el país, además de ser Patrimonio de la humanidad por su bellesa y su significado cultural.
Su altura ha variado a través del tiempo, debido a las frecuentes erupciones que afectan su cumbre. Actualmente registra 3,320-3,350 metros de elevación, varios metros menos que en 1865. Cubre un área aproximada de 1,600 kilómetros cuadrados, aunque puede ser menos: 1,190 kilómetros cuadrados. Su circunferencia es de 140-150 kilómetros.
Consiste en un cono con 4 cráteres y varios respiraderos pequeños. Como todo estratovolcán, suele producir erupciones explosivas y lanzar abundante material piroclástico mediante erupciones, en su mayoría, estrombolianas.
¿Cómo se formó?
Los registros más antiguos de este volcán datan de 1500 a. C. y tiene el historial de erupciones documentadas más antiguo de todos los volcanes. Está ubicado en el límite de una zona de subducción, donde la placa Africana se está hundiendo bajo la Placa Euroasiática desde hace aproximadamente 100 millones de años. A medida que el material del interior se hunde, llega a derretirse, pero debido a su alta temperatura llega un punto en el que tiende a subir y a salir a la superficie de la tierra. Este es el proceso básico de formación del Etna. El aumento del magma como consecuencia de las constantes erupciones hizo depositar capa tras capa de lava, cenizas y rocas en la superficie, tras lo cual el volcán fue adquiriendo volumen y altura
El vulcanismo histórico del monte Etna data de 1500 a. C pues esta es la fecha más antigua de la que se tiene registro a partir de observaciones, pero muchas otras tuvieron lugar hace miles de años, lo que se ha confirmado gracias a las datación por radiocarbono. A lo largo de su existencia, ha tenido unas 196 erupciones completamente confirmadas y unas 23 que de las que no hay certeza absoluta.
Puede producir erupciones explosivas de tipo estromboliano y hawaiano e incluso pliniano. Se caracteriza por expulsar grandes cantidades de lava basáltica, bombas volcánicas y nubes de ceniza. De vez en cuando, los cráteres lanzan anillos de humo o de vapor.
Son eventos muy peligrosos, pues además de producirse con violencia, afectan numerosos pueblos y ciudades que se encuentran alrededor; al menos, 10 poblaciones se hallan en sus periferias y más de 3 millones de personas se encuentran en un radio de 100 kilómetros.
Algunos de sus eventos eruptivos más destacados de la historia reciente son los que ocurrieron en los años 1669, 1766 y 2003. La primera comenzó con fuerza el 8 de marzo, y para el 11 ya estaba arrojando grandes cantidades de gases. Los flujos de lava se derramaron sobre varias ciudades y destruyeron desde vegetación hasta edificios, causando miles de muertes.
Durante el evento de 1766, el volcán produjo unos 115 millones de metros cúbicos de lava y en 2002, los flujos destruyeron un bosque y un complejo turístico.  Una de las ciudades más perturbadas por el Etna ha sido Catania, pero entre las afectadas también figuran Mesina y Zafferana. En siglos anteriores, los pobladores solían cavar zanjas y construir presas de hormigón para desviar la lava, pero tal parece que no hay fuerza humana que logre amainar su poder.
Consecuencias
·        Algunas de sus numerosas erupciones han obligado a cerrar el espacio aéreo que rodea al volcán.
·        La ceniza caída del volcán provoca daños en los cultivos de Sicili y Calabra, bloqueando el proceso de maduración de algunos cítricos, y a los ya maduros les producen manchas negras restándole calidad.
·        Personas heridas, de caràcter leve, que se encontraban en lugares cercanos en el momento de la erupción.
·        En el caso de que haya nieve en el cràter, ésta se evapora a toda prisa y se crea un vapor que genera una explosión, fenómeno conocido por explosión freàtica, y se produce cuando una masa lávica de alta temperatura entra en contacto con un objeto más frío como el agua o la nieve.

Medidas preventivas

La principal medida preventiva consiste en políticas de ordenación de territorio que impiden el asentamiento de la población o la explotación económica de las áreas potencialmente peligrosas. Sin embargo las zonas volcánicas, en éste caso la zona del Etna, estas medidas no se llevan a cabo a causa de la fertilidad de la zona.

Medidas estructurales
  • Construir canales para desviar las corrientes de lava hacia lugares deshabitados o diques de contención para ganar tiempo para la evacuación.
  • Construir túneles de descarga de agua de los lagos del cráter para evitar la formación de lahares.
  • construcción de viviendas con tejados inclinados o semiesféricos que eviten la acumulación de cenizas y piroclastos así como su hundimiento debido al peso de los materiales.
Medidas no estructurales.
  • Evacuación de la población
  • evitar la construcción en los lugares de alto riesgo
  • elaboración de sistemas de seguimiento de la actividad volcánica
  • confección de mapas de riesgo en los que se cartografíen las áreas susceptibles de ser afectadas por todos los procesos.
  • contratación de seguros que cubran las pérdidas de la propiedad o cultivos.

Medidas predictivas
  • intentar conocer la historia de cada volcán, tanto de la frecuencia de las erupciones como la intensidad de las mismas, para intentar determinar el periodo de retorno.
  • analizar los síntomas del comienzo de las erupciones mediante observatorios situados en los volcanes, que gracias a pequeños sismógrafos pueden detectar pequeños temblores y ruidos.
  • cambios producidos en la topografia y cambios en la forma del volcán como abandonamiento de las paredes y el techo del volcán.
  • Calentamiento del agua en los acuíferos y en general el aumento de la temperatura en el subsuelo, asi como cambios eléctricos y magnéticos de la zona.
  • Anomalías de la gravedad
  • análisis de los gases emitidos
  • elavoración de mapas de riesgo


Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

El metano del Ártico, ¿una amenaza incipiente

MONTE VESUBIO

Plástico en el mar: veneno y trampa para los peces